jueves, 8 de noviembre de 2007

ZAMORA: ROMÁNICO CIVIL

Zamora es una de las ciudades de España con mayor número de obras románicas. Además de su veintena de iglesias y de su catedral quedan en la ciudad un número considerable de construcciones civiles y militares de todo tipo.

Entre las construcciones militares destaca la muralla, conservada solo parcialmente. En ella se levantan tres puertas de época románica: el Portillo de la Traición, la Puerta de Doña Urraca y la Puerta del Obispo. Sobre esta última, una placa de la época recuerda la conquista de Mérida a los musulmanes con la ayuda de los zamoranos.

Puerta del Obispo. Lápida conmemorativa de la toma de Mérida

Las obras civiles más imponentes son, por supuesto, los puentes. El Puente Nuevo, aunque muy reconstruido (por ejemplo, los vanos entre los ojos deben de ser del siglo XVI), sigue presentando un aspecto similar al que tenía cuando se construyó y es uno de los elementos, junto con la catedral, que más destacan en el paisaje urbano.

Puente Nuevo

Del Puente Viejo, del que no quedan sino escasos restos, se suele decir que es romano. Pero en realidad los restos que se ven, según dicen los estudiosos, son también de una construcción románica algo anterior a la otra, reconstrucción de la obra romana.

Restos del Puente Viejo

Más curiosas que los anteriores, aunque peor conservadas, son las viviendas de época románica, o lo que queda de ellas. La más importante es el llamado palacio de Arias Gonzalo, adosado a la muralla, del que quedan la mayor parte de los muros exteriores. Posee una portada sencilla y varias ventanas coronadas por arquillos geminados.

Palacio de Arias Gonzalo

Pero hay otras menos conocidas. En las puertas de algunas casas se pueden reconocer ménsulas claramente románicas, vestigio del pasado del edificio. La más interesante de estas viviendas es la situada en la Rúa de los Francos, de cuya fachada toda la planta baja es románica; el resto, si no lo es, se parece bastante, con su entramado de madera relleno de ladrillo, al aspecto que debió de tener en su día. Posee tres puertas que se apoyan sobre ménsulas de diseños variados.

Rúa de los Francos, 2. Ménsula

Finalmente se deben mencionar en Zamora las aceñas o molinos de agua. Las que se conservan actualmente no son, desde luego, románicas, pero sí herederas de otras de esta época. Las más completas son las de Cabañales, en la margen izquierda del río, y, sobre todo, las de Olivares, en la margen derecha, cerca de la iglesia románica de San Claudio de Olivares.

Aceñas de Olivares

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Cierto lo que dices. Es curioso pasear entre estas aceñas, a los pies de la muralla y muy cerca, igualmente, de la Catedral. Pero recalcar la extraordinaria iglesia de San Claudio de Olivares, muy cerca de alli. Sobre todo los capiteles interiores de su ábside.

Anónimo dijo...

Cierto lo que dices. Es curioso pasear entre estas aceñas, a los pies de la muralla y muy cerca, igualmente, de la Catedral. Pero recalcar la extraordinaria iglesia de San Claudio de Olivares, muy cerca de alli. Sobre todo los capiteles interiores de su ábside.

Juan Nadie dijo...

Veo que no paras. Todo muy interesante

Alberto Calderón dijo...

Paco: Completamente de acuerdo. Y eso que de lejos parece una iglesia cualquiera... Pero vista en detalle es una preciosidad. Se me ocurre un tema para un mensaje: las igleias extramuros de Zamora (Santiago de los Caballeros, San Claudio de Olivares, La Horta y Santo Tomé).

Juan Nadie: Gracias, gracias... No, no paro. Hay tantas cosas en el Románico que da para esto y para mucho más. Solo entre Palencia y Burgos hay cerca de un millar de construcciones... imagínate en toda la Península. Con que una de cada diez merezca la pena quedan tantas que no llega con una vida para verlas todas.