Puerta del Obispo. Lápida conmemorativa de la toma de Mérida
Las obras civiles más imponentes son, por supuesto, los puentes. El Puente Nuevo, aunque muy reconstruido (por ejemplo, los vanos entre los ojos deben de ser del siglo XVI), sigue presentando un aspecto similar al que tenía cuando se construyó y es uno de los elementos, junto con la catedral, que más destacan en el paisaje urbano.
Puente Nuevo
Del Puente Viejo, del que no quedan sino escasos restos, se suele decir que es romano. Pero en realidad los restos que se ven, según dicen los estudiosos, son también de una construcción románica algo anterior a la otra, reconstrucción de la obra romana.
Restos del Puente Viejo
Más curiosas que los anteriores, aunque peor conservadas, son las viviendas de época románica, o lo que queda de ellas. La más importante es el llamado palacio de Arias Gonzalo, adosado a la muralla, del que quedan la mayor parte de los muros exteriores. Posee una portada sencilla y varias ventanas coronadas por arquillos geminados.
Palacio de Arias Gonzalo
Pero hay otras menos conocidas. En las puertas de algunas casas se pueden reconocer ménsulas claramente románicas, vestigio del pasado del edificio. La más interesante de estas viviendas es la situada en la Rúa de los Francos, de cuya fachada toda la planta baja es románica; el resto, si no lo es, se parece bastante, con su entramado de madera relleno de ladrillo, al aspecto que debió de tener en su día. Posee tres puertas que se apoyan sobre ménsulas de diseños variados.
Rúa de los Francos, 2. Ménsula
Finalmente se deben mencionar en Zamora las aceñas o molinos de agua. Las que se conservan actualmente no son, desde luego, románicas, pero sí herederas de otras de esta época. Las más completas son las de Cabañales, en la margen izquierda del río, y, sobre todo, las de Olivares, en la margen derecha, cerca de la iglesia románica de San Claudio de Olivares.
Aceñas de Olivares
Cierto lo que dices. Es curioso pasear entre estas aceñas, a los pies de la muralla y muy cerca, igualmente, de la Catedral. Pero recalcar la extraordinaria iglesia de San Claudio de Olivares, muy cerca de alli. Sobre todo los capiteles interiores de su ábside.
ResponderEliminarCierto lo que dices. Es curioso pasear entre estas aceñas, a los pies de la muralla y muy cerca, igualmente, de la Catedral. Pero recalcar la extraordinaria iglesia de San Claudio de Olivares, muy cerca de alli. Sobre todo los capiteles interiores de su ábside.
ResponderEliminarVeo que no paras. Todo muy interesante
ResponderEliminarPaco: Completamente de acuerdo. Y eso que de lejos parece una iglesia cualquiera... Pero vista en detalle es una preciosidad. Se me ocurre un tema para un mensaje: las igleias extramuros de Zamora (Santiago de los Caballeros, San Claudio de Olivares, La Horta y Santo Tomé).
ResponderEliminarJuan Nadie: Gracias, gracias... No, no paro. Hay tantas cosas en el Románico que da para esto y para mucho más. Solo entre Palencia y Burgos hay cerca de un millar de construcciones... imagínate en toda la Península. Con que una de cada diez merezca la pena quedan tantas que no llega con una vida para verlas todas.