Unicornio: criatura de escasa representación en el Románico, que está formada básicamente por un caballo con un cuerno en la frente, al que se añaden otros atributos como son patas de antílope y barba de chivo. Es generalmente símbolo de pureza y virginidad. Uno de los pocos lugares en los que se puede ver uno es la consabida portada de Soto de Bureba, donde además el animal aparece identificado con la inscripción UNICORNIUM.
Soto de Bureba. Unicornio
Centauro: Esta criatura con cuerpo de caballo y torso de hombre es símbolo, como las arpías y las sirenas, de la tentación y el pecado; pero es menos representado que estas otras; a menudo se lo muestra como una criatura belicosa, en lucha contra caballeros u otros centauros, como se ve en el ejemplo zamorano de la imagen.
San Claudio de Olivares (Zamora). Centauros
León: en el contexto románico es un animal mitológico puesto que, en general, la población de la época no tenía conocimiento directo de ellos; esto es causa del poco realismo de sus representaciones, por ejemplo, en comparación con los hipogrifos (al fin y al cabo, sí se conocían los caballos y las águilas; solo era cuestión de unir los dos). En consecuencia el aspecto que presenta es muy diverso.
Igualmente diverso es su significado simbólico; por una parte es a menudo símbolo del mal, del diablo, que se representa a menudo sometido por personajes como Daniel y Sansón. Sin embargo, en otras circunstancias representa a San Marcos en el Tetramorfos o incluso a Cristo resucitado, debido a las extrañas costumbres que se le atribuían (dormir con los ojos abiertos y resucitar el padre a las crías, muertas en apriencia, a los tres días de nacer con su aliento). Leones de mejor o peor calidad aparecen en muchos lugares; un buen ejemplo es el de Gredilla de Sedano, en una posición tan inusual como es el tímpano de una ventana; o, de la muy frecuente escena de Sansón en lucha con el león, el canecillo que aquí se muestra de la portada de Abajas.
Abajas. Canecillo: Sansón y el león
Museo de Burgos. Esfinges (procedentes de Tardajos)
Mantícora: se trata de otro monstruo maléfico, devorador de hombres, formado por un cuerpo de león con cabeza humana masculina y cola de escorpión. Es casi inexistente en el románico; no he podido encontrar ningún ejemplo de Burgos ni de ninguna otra parte (aunque me consta que en algún lugar de otra región hay), salvo que consideremos que lo que anteriormente he llamado esfinges son en realidad mantícoras; pero no lo parecen por ser claramente femeninas y aladas.
Maravillosa pieza! con una talla muy delicada!, es muy interesante que aparezcan esfinges, ya que como indicas es uno de los monstruos que parece "olvidado" en el romanico, o en deshuso. Me interesa mucho el tema ya que estoy realizando un trabajo de investigación sobre las esfinges en el románico. Sabes de alguna más??? te agradecería muchisimo la informacion!!!
ResponderEliminarGracias por el comentario.
ResponderEliminarHe repasado mi catálogo de fotografías y he visto una pareja de Moradillo de Sedano que se podrían considerar esfinges. Otra muy similar, más deteriorada, en la portada de Cerezo de Río Tirón (Paseo de la Isla, Burgos); y una última, parecida a las dos anteriores, en Ahedo de Butrón.
Te puedo mandar imágenes, aunque te aviso de que son bastante malas; si me acuerdo de alguna otra te lo diré.
Muchiiisimas gracias!! Si me pudieras mandar las imagenes sería genial! al final burgos será una fuente de esfinges, jejeje. Si las utilizarña finalmente para el trabajo te nombreria como fotógrafo, por descontado, vaya.
ResponderEliminarTu blog es genial, me está siendo de muchiiisima utilidad.
xirela@hotmail.com