lunes, 17 de agosto de 2009

EL CRISTO DE SAN JUAN DE ORTEGA

Cristo de San Juan de Ortega

En el Museo del Retablo de Burgos se guarda esta pequeña (apenas doce centímetros de longitud) joya de la eboraria románica: el Cristo de San Juan de Ortega.

Procede de dicho monasterio, donde se exhibía en la capilla dedicada al santo ingeniero, que según la tradición la llevaba en vida colgada al pecho. Por una vez la tradición, si no forzosamente verdadera, es verosímil, ya que el santo vivió entre 1080 y 1163, años razonables para la creación de la pieza. Esta recuerda a las obras de los talleres leoneses de la segunda mitad del siglo XI, como el Cristo de don Fernando y doña Sancha (c. 1063) y especialmente el Cristo de Carrizo de la Ribera; sin embargo, sus formas más naturalistas, sobre todo en la cara, y la propia tipología del cristo, que está muerto en la cruz en vez de triunfante como los anteriores, lo sitúan en un momento posterior, posiblemente en la primera mitad del siglo XII. La corona es un añadido posterior ya que la original se perdió; el estilo es parecido a algunos relicarios góticos de la catedral de Burgos.

Otra vista de la misma pieza

La reina Isabel de Castilla, benefactora del monasterio (hizo construir el sepulcro actual del santo), profesaba una gran devoción hacia este cristo, lo cual no impidió que le retirara uno de los brazos para obtener la curación de una dolencia, siendo suprimido el otro por el papa Adriano VI en 1522; al menos esta es la versión del Padre Flórez. Para otros, la responsable de esta "carnicería" fue Margarita de Austria en 1603.

Sobre las imágenes: el Museo del Retablo, como ya indiqué anteriormente, sigue la estúpida manía de no permitir hacer fotografías. Sin embargo, puede que sea uno de los museos con más ángulos muertos que conozco, sobre todo en la sección de orfebrería en el coro alto. Así que he aprovechado la ocasión. Claro que para esto he tenido que llevar una cámara pequeña, fácil de esconder, bastante peor que la que suelo emplear.

5 comentarios:

Juan Nadie dijo...

Sí señor, bien hecho. Eres un pirata. Menos mal que en estas cosas no se mete Teddy Bautista, de momento, que si no te ibas a enterar. Efectivamente es una manía esa de no permitir fotografías. ¿Piensan que así van a vender más postalitas? ¿O que va estropearse algo a causa de los flash? Eso es una leyenda urbana.

Alberto Calderón dijo...

Sí, sí, postalitas... cómo se van a molestar en editar postales, si ni siquiera se molestan en mantener el museo abierto más de tres meses al año. Este museo le arrebata el trofeo al abandono institucional hasta al Museo de Burgos, donde el personal me contaba que hasta los uniformes se les caían a trozos.

Para eso los de la Catedral sí tienen bien montado el negocio de las postales. No sólo tienen la típica de las agujas, sino que tienen muchos modelos con detalles que incluso se te pueden escapar en la visita. Y, además, sí que te dejan hacer fotos, aunque con las típicas limitaciones det trípode, etc.

Anónimo dijo...

Alberto, ¿has cambiado los colores de tu blog? Me gusta.

Alberto Calderón dijo...

pues... no, en realidad lleva así desde casi el principio. Pero me alegro de que te guste.

Anónimo dijo...

Casi cada día, al ver la imagen de este Cristo en el listado de mi blog, siento una gran ternura. Lo han presentado de forma muy "desnuda" y su ingenuidad es tan grande y tan leve. Me parece precioso. Tan ajeno a la historia religiosa que viví y tan aislado en el "vacío".