martes, 26 de agosto de 2008

EL BARCO DE LA CERCA

El capitel con figuras en barca es un tema recurrente en las iglesias de la provincia de Burgos que se suele agrupar en la llamada "Escuela de Mena - Villadiego". Está presente, por ejemplo, en Siones, Vallejo de Mena, Fuente-Urbel o Boada de Villadiego, y sus interpretaciones son diversas y varían según la iglesia. Se habla comúnmente de la Pesca Milagrosa (Fuente-Urbel, Boada) o de peregrinos desplazándose en barco (Vallejo).

Fuente-Urbel. Pesca Milagrosa

Uno de los capiteles más interesantes de este tipo es el que se encuentra en el exterior de la ventana central del ábside de La Cerca, no lejos de Medina de Pomar. En primer lugar, por la tipología del capitel, cuya escultura rebasa los límites del equino para ocupar el ábaco y la parte de pared adyacente. En segundo lugar, por lo claro de la interpretación: aquí la escena se identifica con la Pesca Milagrosa porque la red de pescar, muy esquematizada, es visible claramente detrás del barco, aunque el relleno moderno de la ventana la tapa parcialmente (en otros capiteles similares la identificación se debe a que son visibles peces junto al barco).

La Cerca. Pesca Milagrosa

El principal punto de interés de este capitel es, sin embargo, el barco de los pescadores. Si en otros capiteles, como el de Fuente-Urbel, se enfatizaban las figuras y el barco era una representación esquemática, en este se trata de una reproducción detallada de un barco del siglo XII.

Hasta la difusión de la coca en el siglo XIII la mayoría de los barcos medievales se basaban en los avances alcanzados por los vikingos hacia el siglo IX. El langskip vikingo, el barco de guerra, era estrecho y alargado, con la proa y la popa curvadas hacia arriba, y estaba construido por el sistema de tingladillo; es decir, las hileras de tablas del casco estaban superpuestas y se sujetaban entre sí por clavos perpendiculares a ellas, lo que conseguía una estanqueidad superior a la obtenida yuxtaponiendo las tablas. El knarr era un barco de comercio, más ancho y redondeado pero en lo demás muy similar al langskip. Las excelentes cualidades de estos barcos hicieron que sirvieran de inspiración para los barcos medievales, que copiaron sus formas y avances técnicos. Aún hoy en día algunos barcos de pesca escandinavos y portugueses muestran grandes similitudes con el knarr.

En efecto, en el barco de pesca del siglo XII representado en el capitel de La Cerca se pueden ver tanto las tablas montadas en tingladillo, con tal grado de detalle que se aprecian los clavos y la separación entre las tablas de la misma hilera; como la forma del casco con la proa y la popa curvadas. El escultor, evidentemente familiarizado con el mundo de los barcos, nos dejó en el capitel un buen testimonio de la construcción naval medieval.

La Cerca. Detalle. Nótese el tingladillo.

lunes, 4 de agosto de 2008

ABRE EL MUSEO DEL RETABLO

Burgos. Iglesia de San Esteban

Tras varios años cerrado sin explicaciones, el Museo Diocesano del Retablo de Burgos, ubicado en la iglesia de San Esteban, abre este verano entre el 14 de junio y el 28 de septiembre, de martes a domingo, de 10:00 a 14:00 y de 17:00 a 20:00, gracias a un convenio entre la Diputación Provincial y la Diócesis. Según esta, el museo se cerró por no disponer de medios económicos para mantenerlo abierto y no está garantizado que continúe abierto después de septiembre, lo que dependerá del éxito de su apertura veraniega.

El museo es, como su nombre indica, básicamente un museo de retablos, renacentistas y barrocos en su mayoría, tomados de iglesias abandonadas o mal mantenidas de la Diócesis. Pero también contiene otro tipo de obras de idéntica procedencia; entre ellas se cuentan algunas románicas y prerrománicas, escasas en número pero de notable calidad.

En materia de pilas bautismales, se pueden contemplar las de Eterna, gallonada en espiral y rematada por una cenefa vegetal con una larga inscripción; y la de Albacastro, con arquillos que enmarcan figuras humanas y fantásticas.

En lo que respecta a cruces hay tres ejemplos muy destacados. La más antigua es la de Villorobe, pueblo hundido bajo el embalse de Uzquiza. Es una pieza mozárabe del siglo X, con forma de cruz griega, sin decoración y con las letras Α y ω colgando de los brazos. Pero quizá la más bella sea un cristo crucificado de marfil procedente de San Juan de Ortega que se dice perteneció al propio santo; sería de los siglos XI o XII. es de pequeño tamaño (13 cm de alto) y le faltan los brazos, pero su talla, sobre todo en el rostro, es exquisita. El tercero procede de la localidad de Terrazas y es una pequeña pieza de esmaltes de los albores del siglo XIII. Otro crucifijo de esmaltes, mayor, se atribuye en el museo al siglo XII pero el cristo, de tres clavos, delata que es en realidad una pieza del siglo XIII o XIV arcaizante y de producción bastante industrial (en el propio museo se pueden contemplar otras piezas coetáneas casi idénticas).

La entrada cuesta 1'20€ y... ¡Sorpresa! No se pueden hacer fotografías. Pero merece la pena de todos modos.

sábado, 2 de agosto de 2008

VALDAZO (II): ...Y LO QUE SOMOS

La iglesia de Valdazo, a la que me refería en el artículo anteror, ha sido restaurada recientemente siguiendo unos criterios... por decirlo de alguna manera... "originales".

El cartel de la restauración, emplazado justamente frente al ábside y que, según los vecinos, deberá seguir allí durante dos o tres años (supongo que hasta las siguientes elecciones), anticipa lo que nos encontraremos al acercarnos a la iglesia.

Empecemos por el tejado. Antes estaba recrecido con un pequeño cuerpo de tapial bajo el tejado que ha sido derribado ahora... para ser sustituido por una "vistosa" capa de la teja árabe más roja y brillante disponible en el mercado. Y, no convencidos de la capacidad de la cornisa románica para proteger la pared de la lluvia, la han decorado con una elegante y minimalista doble cornisa cementicia tallada a bisel, que sostiene un canalón de aluminio.

Espantados, deseando apartar la vista de las alturas, la dirigimos al suelo... para encontrarnos con un vanguardista acceso a base de placas de granito gris propias de las grandes avenidas capitalinas.

Pasando al interior, vemos los arcos fajones que soportan la nave ornados con una llamativa franja de cal de cuidada asimetría.

Nuestra visita culmina en la construcción moderna adosada a la iglesia. Como se conoce que estaba en ruinas, han completado lo que faltaba con amarillos bloques de piedra artificial, perfectamente rectangulares y bien pulidos. Simplemente sublime.

Los habitantes del pueblo, permanentes y veraniegos, (a los que aprovecho para agradecer la atención con que nos dejaron visitar la iglesia), cómo no, están enfurecidos. Y se les comprende perfectamente. Aunque al menos, digo yo, ahora el templo está más limpio y, supongo, más estable. Aunque quién sabe... En Crespos, la iglesia estuvo a punto de caerse por culpa de la restauración que se hizo.

viernes, 1 de agosto de 2008

¿QUÉ HAGO?

Me acabo de dar cuenta de que el Ayuntamiento de Burgos se ha apropiado descaradamente de unas imágenes mías como demuestran estos vínculos:
No es que me parezca mal que las usen, pero me gustaría que por lo menos me pidieran permiso y avisaran de que son mías. ¿Qué me recomendaríais que hiciera?

jueves, 31 de julio de 2008

VALDAZO (I): LO QUE ÉRAMOS...

A pocos kilómetros de Briviesca, capital de la Bureba, se encuentra el pequeño pueblo de Valdazo. La iglesia de este pueblo es una de las más originales de la Bureba y de las más complejas, con la virtud adicional de conservarse completa y sin excesivos añadidos.

Se trata de una construcción románica de una nave con ábside y torre sobre el crucero. Al sur se levanta la portada, de grandes dimensiones, cubierta por un pórtico gótico temprano que se integra perfectamente en el conjunto. Al norte, un amplio espacio moderno hace las veces de almacén; y un compartimento menor, de sacristía. Sobre el crucero, como en otras iglesias de la provincia de Burgos (San Quirce, San Pedro de Tejada, Monasterio de Rodilla...), se levanta una torre, también románica. El conjunto es una construcción de calidad, abovedada por completo y de buena sillería.

Valdazo. Portada y pórtico

El ábside es típico de los edificios de la Bureba, con triples columnas (al estilo de lo visto en Soto de Bureba, Los Barrios o Navas de Bureba) que le dan un toque de solidez y de elegancia. Su escultura, como la del resto de la iglesia, es tosca y esquemática.

Valdazo. Ábside

Lo que diferencia a esta iglesia es su torre. La colocación de esta sobre el crucero no es novedosa, pero sí lo es la forma de hacerlo. En vez de sostenerse al interior por una bóveda de arista o una cúpula, lo hace por un estrechamiento sensible de la nave, abovedado con cañón, cerrado por dos arcos que encajan mal, por su situación y proporciones, con el resto del edificio. A ambos lados de esta angostura se abren pequeños espacios por uno de los cuales se accedía en otros tiempos a los pisos superiores de la torre (estos espacios son en sí mismos curiosos y recuerdan a otras iglesias con templetes laterales como las de Siones y Monasterio de Rodilla). Por otra parte, la propia torre parece, por su construcción y por el tamaño de los sillares, bastante más antigua que el resto del edificio; quizá del siglo XI. Cómo se llego a esta disposición es un enigma. Una posibilidad es que la torre y el estrechamiento que la soporta pertenecieran en su momento a una iglesia menor, y al ensanchar esta con la construcción de la actual no fuera posible modificarlos, quedando incrustados en la estructura posterior.

Valdazo. Torre

Valdazo. Torre. Detalle del soporte interior

En cuanto a la escultura, es, como ya se ha dicho, poco elaborada; pero se pueden destacar un capitel del interior de la nave en el que aparecen tres personajes separados por grandes hojas; algunos canecillos, que muestran máscaras; una ménsula con forma de león en uno de los edículos a los pies de la torre; y, en un capitel de la propia torre, una figura humana con los brazos extendidos.

Valdazo. Capitel de la nave

Desde luego, es una iglesia que merece, a pesar de lo que se contará en el artículo siguiente, una visita y una observación detenida.

miércoles, 30 de julio de 2008

SORIA SICILIANA

San Juan de Duero es, sin duda, un monumento misterioso. Los exóticos diseños de su claustro no tienen modelo de comparación en ningún otro monumento de la Península. Las teorías sobre su significado y sobre su origen son abundantísimas.

Muchos explican los arcos entrelazados del monasterio soriano como influencias musulmanas. Sin embargo, éste se aleja del mudéjar al uso: emplea exclusivamente la piedra, no utiliza el arco de herradura de medio punto, ni los entrelazados...

Son mucho más claras, en cambio, las relaciones con las construcciones románicas de la isla de Sicilia (Cefalú, Monreale...). En ellas se encuentran los arcos de herradura apuntados, los dientes de sierra entrantes y salientes... y, sobre todo, los arcos entrelazados. Por ejemplo, en la fachada de la catedral de Cefalú se puede ver una fila de arcos ojivales entrelazados (como una de las esquinas de San Juan de Duero) cubiertos de dientes de sierra con la misma forma que los que adornan las puertas de las esquinas del claustro de Soria. Las tallas helicoidales de algunas columnas de este tienen también modelo en claustros italianos.

San Juan de Duero. Puerta. Nótense las columnas helicoidales y los dientes de sierra en el arco

San Juan de Duero. Arcos entrelazados

Catedral de Cefalú. Arcos entrelazados con motivo de dientes de sierra. Cortesía de Alfonso Calderón

Pero además de esto, en las torres de la catedral de Cefalú se encuentran motivos decorativos también con forma de arcos entrelazados, pero de tamaño menor y de medio punto. Este motivo no está presente en San Juan de Duero, pero sí en muchas iglesias de Soria y alrededores: San Nicolás, San Juan de Rabanera, Garray...

Catedral de Cefalú. Arquillos entrelazados. Cortesía de Alfonso Calderón

Garray. Tímpano. Nótense los arquillos entrelazados

Sin embargo, todas estas iglesias se suponen anteriores al claustro de San Juan de Duero. Pero no parece razonable que los constructores de San Juan se inspiraran en los arquillos decorativos de estas otras iglesias para levantar todo un claustro. ¿Cómo se cuadra todo esto? A mí se me ocurre que pudo haber canteros de origen siciliano trabajando en obras menores (decoración de arquillos) que luego levantaron otra de mayor envergadura (San Juan de Duero). O, si no, que los arquillos de San Nicolás, etc. aparecieron paralelamente y por casualidad, y que el taller de Sicilia sólo hizo el claustro de San Juan.

Sí, ya sé que es un poco lioso. ¿Cómo lo desenredaríais?

lunes, 7 de julio de 2008

LA TORRE DEL CID

San Pedro de Cardeña. Torre "cidiana"

A la torre del monasterio de San Pedro de Cardeña se la llama a menudo "Torre Cidiana" argumentando que es lo único que queda del monasterio que conoció Rodrigo Díaz.

Por una vez (recordemos ejemplos como la Virgen de las Batallas (siglo XIII) asociada con Fernán González (siglo X) o Doña Lambra (siglo X) propuesta como fundadora de Quintanilla de las Viñas (¿siglo VIII?)), la afirmación no es anacrónica. Dejando aparte si el Cid estuvo o no en el monasterio, parte de la construcción parece hecha, como muy tarde, en el siglo XI; correspondiéndose así con la vida del Campeador (1048-1099). Esto la convierte, con toda probabilidad, en una de las estructuras románicas más antiguas de la provincia y acaso de Castilla.

La torre actual es una estructura compleja en la que se pueden reconocer claramente tres etapas. Los dos cuerpos inferiores, con cinco niveles de ventanas que son aspilleras en los tres inferiores, ventanas simples con columnas en el cuarto y ventana geminada con parteluz en el quinto, son la parte más antigua y la que corresponde con la época del Cid. Algunos han pretendido que esta parte es mozárabe del siglo X; sin embargo, la opinión generalizada la sitúa, de acuerdo con su aspecto, en el siglo XI. De hecho, su similitud con el románico lombardo es bastante clara, sobre todo en las ventanas geminadas del quinto nivel (compárense con estas del Castillo de Loarre (Antonio García Omedes)). Esto lo convierte en uno de los escasísimos ejemplos castellanos de románico lombardo (se suelen citar como tales la ermita palentina de San Pelayo de Perazancas, una mezcla extraña, y la vallisoletana de La Anunciada de Urueña, quizá el ejemplo más puro).

Ventana del cuarto nivel (desde el interior de la iglesia)

Ventana del quinto nivel, geminada

El tercer cuerpo de la torre, sexto nivel de ventanas, es un añadido del siglo XII. También tiene ventanas geminadas, pero de un aspecto correspondiente al Románico pleno; sus capiteles guardan estrechas similitudes con los del monasterio de San Pedro de Arlanza (de nuevo la imagen es de Antonio García Omedes), y los taqueados de los arcos siguen el modelo de Frómista y Jaca.

Ventana geminada del sexto nivel

Finalmente, el último cuerpo de la torre, que lleva las campanas en cuatro amplios vanos de medio punto, es un añadido del siglo XV adornado con escudos y chapiteles.

El conjunto es de una esbeltez y altura notables, pero la mole de la iglesia actual (obra del siglo XV) lo oculta a la vista desde la mayoría de los ángulos y dificulta su fotografía. El transepto está adosado a la torre hasta el quinto nivel de ventanas, y parte del cuarto es observable al interior. Esto no impide que sea, como ya se ha dicho, una de las obras más representativas del primer Románico burgalés.

Vista de conjunto de la iglesia y la torre

lunes, 16 de junio de 2008

FUENTES PRERROMÁNICAS: SAN JUAN DE BAÑOS

Baños de Cerrato. Basílica de San Juan de Baños

Baños de Cerrato. Fuente visigoda

Más antigua todavía que la Foncalada de Oviedo (ver artículo anterior) es la fuente, o "baños", situada en Baños de Cerrato, en Palencia. Esta es de claro aspecto visigótico, como la famosa basílica situada junto a ella, por los dos arcos de herradura que dan acceso al aljibe; aunque el acceso y los pretiles son evidentes reformas modernas. Parece ser, incluso, que la surgencia era conocida y utilizada en época romana, aunque no se conservan estructuras de esta época.

Lo que da fama a esta fuente es la historia que la vincula con la fundación de la iglesia de San Juan de Baños. Según se dice, el rey Recesvinto acudió a este lugar para curar de una enfermedad que padecía. La curación se produjo y el rey, agradecido, mandó construir la iglesia. Que la iglesia es un encargo de Recesvinto es un hecho histórico confirmado por la lápida dentro de ella que así lo detalla.

Así, el origen del renombrado templo está en los baños; pero no sólo como causa, sino también como fuente de materiales de construcción. En efecto, es probable que gran parte de los fustes y algunos de los capiteles de las columnas del templo procedan de la instalación termal romana. Pero no debemos olvidar la importancia de los baños en sí mismos, ya que son uno de los pocos vestigios que conocemos de arquitectura civil visigótica. No debe olvidarse, por lo tanto, el acercarse a ellos si se visita la iglesia de San Juan de Baños.

domingo, 18 de mayo de 2008

FUENTES PRERROMÁNICAS: LA FONCALADA

Oviedo. Foncalada

La Foncalada de Oviedo está considerada como la primera obra pública conservada de los reinos cristianos tras la conquista musulmana de la Península, y la única de estilo prerrománico asturiano.

La primera noticia documental de la Foncalada es del siglo XI, pero la construcción es claramente del IX, de la época de Alfonso III, como lo prueban la Cruz de la Victoria que adorna su tímpano y las inscripciones que la acompañan: [HOC SIGN]O TVETVR PIVS - HOC SIGNO VI[NCITVR INIMICVS], lema del reino de Asturias (con este signo se protege al pío; con este signo se vence al enemigo); y [SIGNVM SALVTIS PO]NE DOMINE IN FONTE [ISTA VT NON PERMITAS] INTROIRE ANGELVM PERCV[TIENTEM] (Pon, Señor, el signo de la Salvación en esta fuente para que no permitas entrar al Ángel Golpeador), fórmula típica de Alfonso III.

El significado religioso de las inscripciones a pesar de tratarse de un edificio civil es típico de la época del Reino de Asturias, en la que la religión cristiana era objeto de una campaña de promoción emprendida por los reyes, apoyados por Roma, con el doble fin de implantar definitivamente el cristianismo en la Cordillera Cantábrica, de cristianización tardía (iniciada por los eremitas visigodos) y parcial; y de presentarse como los auténticos herederos del reino visigodo desacreditando a los mozárabes, cuya situación por otra parte estaba entrando en crisis en el Califato.

Foncalada. Inscripciones (NO TVETVR PIVS; NE DOMINE IN FONTE)

Foncalada. Inscripciones ( HOC SIGNO VI; INTROIRE ANGELVM)

La fuente, que estaba destinada a baños, es de dimensiones notables (unos 4 metros de lado) y sigue el modelo de fuente de capilla procedente de la época romana y que se mantendrá sin apenas cambios en gran número de obras posteriores (como la de la imagen, en el pueblo burgalés de Villavieja de Muñó) dificultando la datación de muchas de ellas

Villavieja de Muño. Fuente de capilla (nótese al fondo la interesante iglesia románica)

Foncalada. Vista posterior

La Foncalada parece haber sido modificada tras su construcción, ya que está cubierta de inscripciones fragmentarias y desordenadas, entre las que destacan las que se han mencionado antes. Confirma esto el que se encontrara en unas obras de restauración una piedra con la inscripción TIENTEM que faltaba a la palabra PERCVTIENTEM.

miércoles, 30 de abril de 2008

RESTAURACIÓN EN BENAVENTE

Por fin han desaparecido los andamios que cubrían los cinco ábsides de la imponente iglesia de Santa María del Azogue de Benavente. La restauración de los ábsides, llevada a cabo por la Fundación del Patrimonio Histórico de Castilla y León, ha comportado además el descubrimiento de la cubierta original de losas de piedra conservada casi en su totalidad.

Ahora bien, "para proteger del agua las cubiertas originales y el templo" se ha tapado el descubrimiento con otra capa, nueva, de piedra más resistente a la humedad.

No sé que pensar. Por una parte, lo de la impermeabilidad seguramente es cierto e importante. Pero por otra, descubrir las cubiertas originales para luego volverlas a tapar... no sé, deja como "con la miel en los labios". ¿Qué os parece?

domingo, 13 de abril de 2008

EL ROMÁNICO DEL SUR

Muchas veces pensamos que el Románico español es patrimonio exclusivo del norte de España, es decir, de la zona del país controlada por reyes cristianos. Situamos, en todo caso, los límites en el norte de la Meseta Sur. Efectivamente, a finales del siglo XI la frontera cristiana está en esta zona: Toledo cae en 1086.

Pero no hay que olvidar que las influencias románicas en el arte se extienden hasta mediados del siglo XIII, y que en estos momentos la llamada Reconquista casi estaba finalizada: la Corona de Aragón había completado su expansión peninsular y la de Castilla ya había traspasado el Guadalquivir.

La Península Ibérica a mediados del siglo XIII

De modo que, aunque a primera vista nos pueda resultar chocante, bien mirado no es tan extraño encontrar edificios todavía bastante románicos en el sur de España. Aunque hay que admitir que son pocos, lo que se debe seguramente a que la edificación de monumentos no se inició hasta tiempo después de consolidada la presencia cristiana, ya casi en el siglo XIV, y a que los autores que mantenían elementos románicos en sus obras eran (como norma general con muchas excepciones) muy locales y probablemente no se desplazarían muy lejos, no viajarían al sur para aplicar sus técnicas.

Entre los edificios que se conservan en estas regiones se pueden mencionar las "iglesias fernandinas" de Córdoba, ya esencialmente góticas, y, más románicas, las de las localidades jiennenses de Úbeda y Baeza y la Puerta del Palacio de la Catedral de Valencia.

Es de esta puerta de lo que vamos a hablar ahora. Se trata, a pesar de lo tardío de su onstrucción, de una obra de primera fila; según dicen, con probables relaciones con la catedral de Lérida. Sus dimensiones son considerables (unos seis metros de alto) y la decoración es exquisita: en los capiteles, escenas bíblicas encerradas en marcos arquitectónicos; en las arquivoltas, una sucesión de ángeles bajo arcos; en las impostas, delicada filigrana vegetal que encierra animales diversos.

Catedral de Valencia. Puerta del Palacio

Puerta del Palacio. Columnas del lado derecho

Puerta del Palacio. Arquivolta

Remata la puerta una cornisa con catorce canecillos que representan cabezas masculinas y femeninas entre las cuales hay metopas con parejas de nombres. Dice la tradición que representan a las siete parejas que encabezaron la repoblación de Valencia.

Puerta del Palacio. Canecillos

jueves, 3 de abril de 2008

LOS SARCÓFAGOS PALEOCRISTIANOS DEL MUSEO DE BURGOS

Los aficionados al Románico solemos abarcar también los estilos altomedievales que lo preceden, como, en el caso de la Península Ibérica, el visigótico, el asturiano y el mozárabe. Sin embargo, no solemos (al menos, yo) prestar tanta atención a la cultura previa a la caída del Imperio Romano.

Sin embargo, esta cultura no sólo trasciende los límites de la edad Antigua para entrar de lleno en la Edad Media (los visigodos, herederos de la dominación romana en la Península, adoptaron la cultura de los últimos y, de hecho, no desarrollaron un estilo artístico propio, que se sepa, hasta bien entrado el siglo VII), sino que es el seno en el que, sobre todo desde su oficialización (hecha definitiva en el año 381), nace la cultura cristiana que será la dominante, y el elemento de unión entre las distintas regiones, en la Europa medieval.

En algunas piezas de finales del Imperio Romano o principios de la época visigoda se pueden observar ya elementos cristianos; es el caso de los sarcófagos encontrados en la región burgalesa de la Bureba y expuestos ahora en el Museo de Burgos.

El primero de ellos, según nos cuenta la Guía del Museo de Matías Martínez Burgos (1935), es un "sarcófago exento, recuadradas por filetes sus cuatro caras y flanqueadas de vides; en la anterior se desarrolla una escena que parece ser la Adoración de los Reyes, detrás de los cuales hay, en bajorrelieve, un castillo cónico y la simbólica palmera con la liebre".

Museo de Burgos. Sarcófago paleocristiano

Más interesante es el segundo sarcófago, que también describe esta guía, explicándonos además su simbología: "Son símbolos conocidos en este sarcófago el crismón (Jesucristo), la vid que flanquea todas las caras (el mismo Jesucristo: Ego sum vitis), la guirnalda y la palmera (la victoria), la liebre (el alma humana); escenas claras las del pecado de Adán , la del sacrificio de Isaac y la del Buen Pastor, que se desarrollan en la cara posterior del sarcófago; pero son de oscura interpretación las demás, relacionadas quizá con la vida del difunto."

Museo de Burgos. Sarcófago paleocristiano. La primera fotografía es de 1935 y la segunda, de 2007

Es interesante comparar este imaginario con el que perdurará en siglos posteriores. La mayoría de las escenas figuradas, como la Adoración de los Reyes o el Pecado de Adán, seguirán siendo corrientes, como también el símbolo del crismón. Perderá importancia, en cambio, la imagen de Cristo como el Buen Pastor, tan frecuente, al igual que el anterior, en la época paleocristiana.

Las hojas de vid siguen siendo un elemento importante en el arte visigodo (Quintanilla de las Viñas, s. VIII [?]), y en el Románico, si no específicamente estas, el follaje es abundante en la escultura. En cambio, la palmera y la liebre "pasan de moda" y son reemplazadas por otros símbolos. Podemos trazar una evolución entre estos sarcófagos, "padres" entre otros de la iconografía medieval, y la escultura y la pintura románicas, en la que aparecerán temas nuevos y nueva simbología, y dejarán de usarse algunas representaciones.

Además de los anteriores se conserva en el Museo de Burgos media tapa de sarcófago, coetánea a ellos, con la cabeza esculpida de un niño.

Museo de Burgos. Tapa de sarcófago

domingo, 23 de marzo de 2008

CURIOSO PARECIDO

Báscones de Valdivia (Palencia). Tímpano

Aguilar de Campoo (Palencia). Tímpano

El que hay entre estos dos tímpanos. Misma escena - Cristo con los instrumentos de la Pasión -, mismo material - piedra caliza bastante blanca -, misma zona - Báscones de Valdivia y Aguilar de Campoo, a una decena de kilómetros -, mismo contexto - incrustados en la fachada de una iglesia posterior - y hasta mismo estado de conservación, y, por cierto, no muy boyante. De hecho, vistos por separado, son casi indistinguibles. Cuando descubrí el de Báscones de Valdivia me pareció estar ante una copia exacta del de la colegiata de San Miguel en Aguilar de Campoo. Luego, comparando las imágenes, sí que se aprecian algunas diferencias, como la forma de la cruz o el tamaño de las figuras secundarias. También el tímpano de Aguilar está más desgastado y el de Báscones más roto. Pero el parecido es innegable. Y la calidad técnica, también.

Aprovecho para comentar un par de cosas. El tímpano de Aguilar de Campoo está situado en la torre de la Colegiata a una altura suficiente para dificultar seriamente su contemplación. Es lo mismo que ocurre con el friso del artículo anterior, de Santibáñez - Zarzaguda. Sugiere Paco Torralba, y suscribo, que se podrían extraer estas piezas y ponerlas a nivel del suelo para que se puedan contemplar. Al fin y al cabo, a esta altura, poco importaría reemplazarlas por copias, con lo que, además, se evitaría el desgaste de las piezas. Ya se ha hecho con las figuras de la Galería de los Reyes de la Catedral de Burgos, cuyos originales están ahora en el claustro bajo.

Por otra parte, en la portada renacentista, bastante digna, de Báscones de Valdivia, al alzar la vista hacia la parte superior espanta la cantidad de excrementos de paloma que cubren las estatuas. No es cosa de poner malla metálica, pero algo habría que hacer para evitarlo. parece ser que en la Catedral de Burgos las ahuyentan con ultrasonidos, pero supongo que será demasiado caro para hacerlo en todos los sitios.

Báscones de Valdivia. Portada. Nótese, al ampliar la imagen, el lamentable estado del medallón superior

jueves, 20 de marzo de 2008

A LA VISTA Y OCULTOS

Nada en la enorme iglesia del siglo XVI de Santibáñez-Zarzaguda recuerda lo más mínimo al Románico. Y, sin embargo, no sólo lo hay, sino que está expuesto en lugar destacado.

Efectivamente, alzando la vista encontramos incrustadas en la torre a cierta altura una serie de figuras que, aunque enmarcadas en decoración herreriana, parecen, románicas. El teleobjetivo de la cámara no deja ya la menor duda.

Santibáñez - Zarzaguda. Iglesia

Santibáñez - Zarzaguda. Torre-campanario. Debajo del reloj se encuentran los relieves románicos

Se trata de un Pantocrátor rodeado de Tetramorfos y ocho apóstoles, al estilo, aunque no con la misma calidad (pero notable de todos modos), de los de Carrión y Moarves. Más figuras, de apóstoles y de otros tipos, se encuentran al interior, y la tapia que rodea el templo está adormada por copias de dos de ellas.

Santibáñez - Zarzaguda. Pantocrátor y Tetramorfos

Santibáñez - Zarzaguda. Apóstoles

Las piezas situadas en la tapia poseen columnillas a los lados de las estatuas, lo que hace pensar que el conjunto tuvo seguramente un marco arquitectónico como los de Carrión y Moarves, que desgraciadamente se ha perdido.

Santibáñez - Zarzaguda. Apóstol (copia). Se ven claramente las columnas que hacen pensar en un marco arquitectónico para el conjunto

Si se hubiera conservado completo, este grupo escultórico, procedente al parecer de un antiguo monasterio a las afueras del pueblo, seguramente formaría una de las portadas más interesantes del Románico burgalés. Incluso lo que queda ahora bien merece una visita; eso sí, acompañados de unos prismáticos o un buen teleobjetivo.