Lo que se sabe sobre dicho edificio no es demasiado, y está recogido principalmente en el trabajo de F. Palomero, M. Ilardia y F. Reyes "La Catedral de Burgos", así como en la Enciclopedia del Románico en castilla y León, donde aprece un extracto del libro anterior. Se piensa que ocupaba el lugar de las naves actuales, considerándose que no debía llegar más lejos del crucero, ya que los documentos de 1230 referentes a la demolición y al traslado del culto dan a entender que ya estaba construída toda la cabecera de la obra gótica.
Esta catedral fue mandada construir por Alfonso VI hacia 1080, y probablemente no difería en mucho de edificios como Jaca, San Isidoro o Silos. Algunos autores, comparando con otros modelos de la zona, sostienen que no debió de estar abovedada, aunque pudo tener cúpula en el crucero. El claustro, adosado a la nave sur, coincidía esencialmente con lo que ahora se conoce como "claustra vieja" (los restos de un claustro gótico demolido en la actualidad en parte, y transformado el resto en la capilla del Cristo y dependencias del Cabildo). A él estaba adosado el Palacio Real (véase un artículo anterior)
Unos cien años más tarde, hacia 1180, se amplía la cabecera, añadiéndose un transepto; a pesar de ello, la catedral acusaba falta de espacio, con lo que en 1221 se inicia una nueva catedral, la actual.
De la construcción románica quedan muy pocos restos: tan sólo una puerta de acceso al claustro, muy tardía y en una zona no accesible al público, y algunos fragmentos arqueológicos, que se exponen ahora en el centro de interpretación antes mencionado, aunque sin excesivo rigor, ya que se hacen pasar por capiteles de la catedral románica los que son, en buena parte, de San Pedro de Arlanza; y por clave de bóveda románica lo que muchos estudiosos piensan que es una clave del edificio actual. Se trata, de todos modos, de una bella pieza con bastante regusto románico.
Capitel atribuible a la catedral románica
Capitel procedente con toda probabilidad de San Pedro de Arlanza
Pantocrátor. Clave gótica de bóveda
Todas las fotografías del artículo son del recién inaugurado centro. Sí, dejan hacer fotografías, aunque sin flash, y vídeo. Menos mal que en algunos sitios se están empezando a dar cuenta de lo absurdo de este tipo de prohibiciones. Aunque, como contrapartida, en el monasterio de Las Huelgas se prohibió la fotografía el año pasado, cuando antes estaba permitido, por "conflictos con la comunidad monástica, aunque en otros monasterios". Sin comentarios.