La iglesia de Valdazo, a la que me refería en el artículo anteror, ha sido restaurada recientemente siguiendo unos criterios... por decirlo de alguna manera... "originales".
El cartel de la restauración, emplazado justamente frente al ábside y que, según los vecinos, deberá seguir allí durante dos o tres años (supongo que hasta las siguientes elecciones), anticipa lo que nos encontraremos al acercarnos a la iglesia.
Empecemos por el tejado. Antes estaba recrecido con un pequeño cuerpo de tapial bajo el tejado que ha sido derribado ahora... para ser sustituido por una "vistosa" capa de la teja árabe más roja y brillante disponible en el mercado. Y, no convencidos de la capacidad de la cornisa románica para proteger la pared de la lluvia, la han decorado con una elegante y minimalista doble cornisa cementicia tallada a bisel, que sostiene un canalón de aluminio.
Espantados, deseando apartar la vista de las alturas, la dirigimos al suelo... para encontrarnos con un vanguardista acceso a base de placas de granito gris propias de las grandes avenidas capitalinas.
Pasando al interior, vemos los arcos fajones que soportan la nave ornados con una llamativa franja de cal de cuidada asimetría.
Nuestra visita culmina en la construcción moderna adosada a la iglesia. Como se conoce que estaba en ruinas, han completado lo que faltaba con amarillos bloques de piedra artificial, perfectamente rectangulares y bien pulidos. Simplemente sublime.
Los habitantes del pueblo, permanentes y veraniegos, (a los que aprovecho para agradecer la atención con que nos dejaron visitar la iglesia), cómo no, están enfurecidos. Y se les comprende perfectamente. Aunque al menos, digo yo, ahora el templo está más limpio y, supongo, más estable. Aunque quién sabe... En Crespos, la iglesia estuvo a punto de caerse por culpa de la restauración que se hizo.
Gracias compadre, por deleitarnos con esta colección de despropósitos. Tuve ocasión de verlos en directo, pero no tuve luego ánimos para exponerlos, y me limité a "censurar" en mi blog Picota y Cepo el "estupendo y grandioso" cartel publicitario de la restauración.
ResponderEliminarComo testigo que fuí de la "restauración", suscribo todo lo que dices, y aún me parece que te quedas corto.
¿Alguien, de los que restauran y mandan restaurar, habrá leido en el diccionario el significado de la palabra restaurar?
Salud y fraternidad.
He leido el comentario hecho por alkaest y me ha recordado aquello de "la paja en el ojo ajeno"; se comienza llamando criterios "originales" de restauración a lo que son meras imposiciones administrativas (cartel), se continua llamando teja árabe a lo que no lo es (teja mixta)y se termina metiendo el dedo en el ojo calificando, una utilización de piedra de granito, de "capitalina". Creo que si se aplica un mínimo de la ferocidad que supura el comentario leido a quien lo ha escrito, nos encontramos una vez mas con la "biga" en el propio ojo.
ResponderEliminarY por no quedarme en la crítica a la crítica diré que no conocía esta iglesia y espero poder conocerla en breve, y disfurtar de todo lo bueno que he visto en las fotos, que es bastante mas que lo criticado.
Si vuelves a leer el artículo verás que en ningún momento digo que el cartel sea un criterio de restauración, aunque supongo que se podría haber elegido otro sitio para ponerlo. En cuanto a lo de la teja, sí es teja árabe. Si miras con más detenimiento la última imagen verás que todos los elementos son curvos. Por otra parte, sigue sin gustarme. Y no estoy calificando de "capitalino" al granito, sino a la forma concreta de emplearlo (por cierto, esta parte de la obra está bastante mal rematada).
ResponderEliminarAcepto,en cualquier caso, tu crítica, aunque me gustaría saber exactamente a qué "viga" te refieres en el ojo propio. Te diré en cualquier caso que los vecinos del pueblo estaban bastante más furiosos por la obra de lo que estoy yo.
Me alegra, de todos modos, que estos artículos te hayan animado a conocer la iglesia de Valdazo, que espero no te defraudará.
Buenas noches Alberto.
ResponderEliminarHe visto unas estupendas fotos tuyas del románico y me han gustado mucho.
No tiene ningún sentido discrepar, cuando lo que tenemos entre manos es tan fantástico como el románico, del que tengo unos conocimientos muy primarios. Sencillamente me gusta y es lo que me hace ponerte, por segunda vez, estas letras para felicitarte por esta afición tuya.
Desde este verano un día a la semana tengo que ir y venir desde Aranjuez a Santander, cada viernes. Aprovecho y me paro por todos los pueblos que puedo.
Saco mis acuarelas y hago uno o dos dibujos por viaje (soy un mal dibujante pero un buen disfrutador) y suelen ser iglesias o detalles románicos. Esta es la causa por la que, sin saber como (no sé andar por internet) entré aquí.
Mañana tengo previsto visitar el pueblo de Pinilla Trasmonte que tiene una iglesia, según me comenta Manuel que es de allí, estupenda.
Espero a la siguiente semana visitar Valdazo y ya te contaré.
¡Si es que me aclaro y consigo mandarte estos mensajes!.
Un saludo Alberto.
Soy paco pareja siento tener que mandarte estas letras junto con las anteriores como anónimo, pero es que ¡no recuerdo mi clave!
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