viernes, 16 de noviembre de 2007

TÍMPANOS EN CAMPOO

La región del sur de Cantabria conocida como Campoo - Los Valles, cercana a las provincias de Burgos y Palencia, cuenta con una abundante colección de templos románicos, desde minúsculas y sencillas construcciones como la de Fombellida hasta imponentes obras como las colegiatas de Cervatos y San Martín de Elines.

Los habitantes de la zona no se suelen tomar muy bien lo de "Campoo - Los Valles" y hablan de varias regiones, o valles, separadas: Campoo, Valdeolea, Valderredible... En realidad, todos estos territorios tienen mucho en común y formaron la parte principal de la antigua Merindad de Campoo, que abarcaba también parte de las provincias de Burgos y Palencia, de modo que se puede hablar de ellos como de un conjunto.

En todo el conjunto de iglesias de esta zona (que se cuentan por decenas) solamente tres poseen tímpano, al menos tímpano decorado. Son la colegiata de Cervatos y las iglesias parroquiales de Retortillo y Quintanilla de Rucandio. Las tres piezas son completamente diferentes y nos sirven para ilustrar la gran variedad que puede tener el estilo románico, con obras típicamente áulicas o típicamente populares y otras inclasificables.

La pieza de Quintanilla de Rucandio es una Adoración de los Reyes, con la típica figura de San José dormido en un lado de la escena. Dejando aparte su lamentable conservación y el hecho de que no se conserve el resto de la portada, es una obra de temática convencional pero de muy cuidada ejecución, en la línea de las de Ahedo de Butrón, Moradillo de Sedano, Gredilla de Sedano... que tienen influencias de Santo Domingo de Silos. Se trataría, por lo tanto, de una obra, si bien local, de un taller áulico, es decir, ligado a las grandes obras promovidas por las instituciones (monasterios, reyes...) y en la línea de las escuelas más importantes.

Quintanilla de Rucandio. Tímpano
Cortesía de Carlos Calderón

Todo lo contrario ocurre con el tímpano de Santa María de Retortillo, aunque de nuevo sea el último resto que nos queda de una portada desaparecida; en este caso, tapada por la construcción de una escalera de acceso a la espadaña, reubicándose el elemento que nos interesa en otra pared de la iglesia. Aquí la obra es mucho más popular en la talla, incluso tosca; en cambio los temas son originales y enigmáticos. Se trata de una cruz portada por dos ángeles bajo la cual dos bestias afrontadas (un grifo y un león alado) enlazan su pata delantera (se "dan la mano"). Es común encontrar esta clase de tímpanos, de temas muy variados y talla muy popular, en toda la comarca burgalesa de Las Merindades; quizá la mejor pieza de este tipo sea la de El Vigo.

Retortillo. Tímpano

El tímpano de la colegiata de Cervatos es una obra única, que no se puede relacionar con ninguna otra. Está cubierto completamente por un denso entrelazado vegetal; la pieza recuerda remotamente a algunos elementos visigodos toda cuya superficie está decorada con patrones geométricos; pero la calidad es muy superior. También llama la atención el que presente dos dinteles: el superior con leones afrontados por parejas y el inferior con el mismo tipo de decoración que el tímpano. Es uno más de los muchos motivos (magnífico ábside al interior y al exterior, variada colección de canecillos "subidos de tono", arco triunfal sobre ménsulas...) que hacen inexcusable la visita de este templo.

Cervatos. Tímpano

4 comentarios:

  1. Magnífico, Alberto. Un placer visitar tu blog. Cuando he visto tu entrada de hoy, inmediatamente he pensado en al tímpano de San Miguel, el templo de la Plaza Mayor en Aguilar de Campoo, incrustado en el hastial de poniente, siendo éste de epoca posterior. Aunque esta a gran altura y algo deteriorado, todavía pueden adivinarse sus magnificas tallas. Y un comentario a Cervatos:nodejan hacer fotos del interior desde este verano ¡¡por orden del obispado de Santander!! Curioso el tema...

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  2. El tímpano de Aguilar de Campoo está seis mensajes más abajo. Sí que son magníficas sus tallas; lástima que estén en tan mal sitio.
    En cuanto a Cervatos, fui el año pasado y tampoco se podían tomar fotografías. Con obispado o sin él, es una vergüenza, como en tantos otros sitios. Menos mal que en algunos lugares ya empiezan a "ver la luz" y darse cuenta de lo absurdo de esta prohibición. Pero en otros, como les dejaran, hasta prohibirían fotografiarlos por fuera.

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  3. Hola. Es un gustazo pasearse contigo por tierras burgalesas, recordar los lugares visitados y descubrir los que esperan nuestra llegada.
    Al hilo de las prohibiciones fotográficas, he publicado alguna cosilla en mi blog "Picota y cepo". Además de una vergüenza, me parece una indignidad y prepotencia, impropia de quien dice representar a personas divinas. A veces tengo la fantasía de fundar un grupo de fotógrafos, "humillados y ofendidos", algo así como "Fotógrafos sin fronteras", con "comandos", armados de cámaras fotográficas, que invadieran los templos donde se nos prohibe actuar, para fotografiar a placer y luego ofrecer las imágenes gratuitamente a todos. Un saludo.
    Alkaest.

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  4. Un placer acercar el románico en imágenes a los curiosos, a los profes además nos sirven para despertar inquietudes en la belleza simple de la vida a las generaciones que llegan, para abrirles los ojos.
    Gracias por el trabajo.

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